La química es la conexión que existe entre las personas. Es lo que hace que uno se sienta atraído por el otro y le ayuda a sentirse conectado. Puede darse en cualquier relación, pero a menudo desempeña un papel fundamental en las relaciones sentimentales.
La química puede surgir inmediatamente al principio de una relación, o puede crecer con el tiempo, a medida que las personas se van conociendo mejor.
Es normal y natural que las relaciones románticas empiecen siendo fogosas y apasionadas, y que luego pasen lentamente a ser cálidas y estables. Esto se debe a muchos factores, que van desde cómo las hormonas de atracción y vinculación en nuestros cuerpos cambian con el tiempo.
La química romántica gira en torno a lo que consideramos romántico, esto podría ser dar o recibir flores, compartir una cena a la luz de las velas o una charla de almohada sobre sueños y esperanzas después de haber tenido intimidad.
La química romántica suele considerarse la forma más íntima de química, esto es porque además de compartir nuestros cuerpos con alguien, nos lleva a asociarnos y compartir nuestras vidas.
La química puede cambiar y evolucionar con el tiempo en una relación. Incluso puede disminuir. Si lo hace, es posible recuperarla reconectando intencionadamente con la pareja. No hay nada malo en probar una actividad que pueda ayudarte a aumentar la química con tu pareja, y hay mucho que ganar.