Si tu hijo miente, antes de regañarle, averigua los motivos que lo llevaron a mentir.
Muchas veces los niños mienten, pero sería bueno saber por qué y cómo podemos ayudarles a ser honestos sin necesidad de castigarlos.
A los cuatro años el niño se comporta para satisfacer a sus padres, por eso, cuando sabe que hizo algo que no va a gustarles, lo oculta.
Alrededor de los siete, el niño ya tiene conciencia de lo que es mentir y si él miente, se siente mal por ello, aunque sus padres no lo sepan.
De acuerdo con los profesionales, según sean las capacidades evolutivas del niño, es importante buscar la manera de enseñarle y explicarlo lo que es la honestidad, a identificar lo real de lo imaginario, y, lo más importante, darle un buen ejemplo. Si tu hijo miente, antes de regañarlo, averigua los motivos que lo llevaron a mentir. Recuerda que la comunicación con tu hijo es importante, entre más dialogues con él, mejor será tu relación entre ustedes y más seguro se sentirá para comentarte cualquier cosa.
Los niños pueden mentir por o para…
- Para complacer a alguien.
- Para llamar la atención, tal vez se siente poco atendido, la mentira más frecuente es que le duele algo.
- Quiere imitar a los adultos. Los niños se dan cuenta que los adultos mienten cuando les interesa o cuando obtienen algo usando esa mentira.
- Para no hacer daño, para el niño, la mentira se va convirtiendo en algo que cree poder utilizar a su favor, así como lo observa en los adultos.
- Para evitar un castigo. La mayoría de las mentiras son producidas por el miedo a ser castigado.
- En algunos casos los niños pueden mentir porque tienen problemas identificando la realidad de lo imaginario, en estos casos es mejor buscar ayuda profesional.