Perder peso no debería ser una batalla, ni una obsesión. Se trata de sentirte bien en tu cuerpo, recuperar tu energía y tomar decisiones que reflejen cuánto te valoras. El problema es que estamos bombardeadas de dietas extremas, reglas confusas y promesas milagrosas que no funcionan a largo plazo.
La realidad es más simple: tu cuerpo no necesita castigo, necesita cuidado.
Aquí te dejo algunos principios básicos y tips prácticos que te ayudarán a construir una relación más saludable con la comida, con el ejercicio y contigo misma.
1. No te saltes comidas (ni emociones)
Saltarte comidas puede parecer una forma rápida de bajar de peso, pero solo confunde a tu cuerpo, baja tu energía y suele terminar en excesos emocionales. Come con regularidad, escucha tu hambre y tu saciedad. Y si estás comiendo por ansiedad, no te castigues: obsérvalo. Ahí hay algo que sanar.
2. Mueve tu cuerpo por amor, no por castigo
No necesitas vivir en el gimnasio. Encuentra una forma de moverte que te guste. Caminar, bailar, nadar, hacer pesas… lo que sea que te haga sentir viva. El movimiento debería ser una forma de conexión contigo, no una penitencia por haber comido de más.
3. Duerme. Punto.
El descanso es tan importante como la alimentación o el ejercicio. Dormir poco altera tus hormonas, te da más hambre, te baja la motivación y hace lento tu metabolismo. Apaga el celular una hora antes, crea tu ritual de descanso y dale prioridad.
4. Come más natural, menos procesado
No es sobre contar calorías. Es sobre darle a tu cuerpo lo que necesita. Elige más alimentos reales: frutas, verduras, proteínas, grasas buenas. Reduce los ultraprocesados y los azúcares en exceso. Tu cuerpo sabrá qué hacer con lo que es natural.
5. Sé constante, no perfecta
Los resultados reales no vienen de hacer una dieta extrema dos semanas. Vienen de pequeñas decisiones diarias. No tires todo por la borda si un día comiste de más o no hiciste ejercicio. Cada día es una nueva oportunidad.
6. Apóyate, no te castigues
Habla bonito contigo. Celebra tus avances. Rodéate de personas que sumen. Si no puedes sola, busca ayuda profesional. No tienes que hacerlo todo, ni hacerlo perfecta. Tienes que hacerlo tuyo.
Recuerda: tu cuerpo cambia, tu valor no
No importa en qué punto estés hoy, siempre puedes empezar a cuidar de ti con más amor. El peso que más te aleja de tus metas no está en tu cuerpo, está en tu mente. Suéltalo. Y empieza por ti.