Es difícil percibir cuando la rutina está por llegar, pero es más difícil sacarla cuando hace parte de la relación.
La rutina matrimonial o de pareja es muy popular por estos días y existen diferentes factores que pueden llevarnos a caer en esa rutina, pudiéramos mencionar la falta de madurez en la pareja, la falta de comunicación, las ocupaciones diarias, el estilo de vida, la falta de compromiso, etc. Este tipo de situaciones podrían llevar a la pareja a ver el matrimonio o la relación como un compromiso o una carga, en vez de una relación donde debe haber respeto y estar llena de valores.
Sabemos que los primeros años en una relación son muy buenos y por general la pareja se siente feliz, sin embargo, con el pasar de los años esa pasión y camaradería empiezan a disminuir. En ocasiones eso puede dar paso a un mar más profundo, maduro, lleno de compromiso, en otras, la falta de pasión puede hacer que las cosas o los sentimientos cambien. Para algunas personas es fácil adaptarse a esta situación y siguen su vida queriendo pretender que nada pasa, bien sea por compromisos sociales, económicos, religiosos o tal vez por los hijos.
¿Valdrá la pena continuar con ese tipo de relación? ¿Sería mejor entonces terminar con todo de una vez?
Para determinar esto o tomar una decisión correcta se hace necesario dialogar con la pareja y juntos encontrar una solución, por muy difícil que sea la situación, si se habla claramente con respeto y honestidad, las cosas podrían funcionar. Para esto, sin embargo, debe existir un tipo de amor sincero y el deseo mutuo de continuar juntos. Si existe amor la relación puede salvarse, pero si las diferencias son muy grandes y uno de los dos no desea permanecer en ella, es mejor salir de ese compromiso innecesario y doloroso para los dos.
Sea cual fuere la situación si no pueden resolverla solos, pueden recurrir a la terapia profesional, este tipo de terapias por lo general ayuda a que la pareja se mantenga unida, claramente si los dos lo desean y si todavía existe amor.
Mientras, podrían intentar algunos de estos estos consejitos que tal vez puedan serte útiles:
- Piensa que las cosas bellas que te enamoraron de tu pareja siguen ahí, solo necesitas revivirlas.
- Esfuérzate por mantener una buena comunicación.
- Dile, sin temor, las cosas que te molestan y las que te agradan.
- Cuando salgan como pareja, no hablen de los problemas del hogar, disfruten ese tiempo juntos.
- Recuerda en voz alta las cosas buenas que han vivido.
- Cambien algunas cosas en la intimidad, practiquen cosas nuevas, diferentes.
- Olvida o ignora los defectos que últimamente has encontrado en tu pareja. Observa y valora sus cosas buenas.
- Intenten hacer cosas que nunca han hecho, cualquier cosa, en cualquier aspecto.
- Tómense unas vacaciones.
- Muestra interés en las actividades de tu pareja.
- No permitas que el trabajo te absorba, esto, generalmente, crea distancias.
- No olvides que mantener un buen aspecto físico es importante.
- Un cambio ocasional en tu apariencia no estaría mal.
- Compartan interés, deportivos, sociales, laborales, educativos, culturales, etc.
- Si tienen niños aprende a ubicar los roles y recuerda que los roles tanto de pareja como padres deben prevalecer sin que el uno afecte al otro. Con amor y comprensión, todo es posible.